Como toda buena historia, tiene un comienzo feliz, pero esta
historia empieza con un buen chubasco, así es, no hubo otro día para que
naciera. Mi pobre madre estaba como de costumbre lavando la ropa en el arroyo
del rio, pero esta vez, sintió retortijones en
la barriga, pensó que eran gases, pero no, mi camino hacia el mundo era
indiscutible. Bueno, aquí es mi nacimiento, no hace falta que presente a mi
madre, ¿O sí? Mi madre es la famosísima sacerdotisa Aome Taisho, obviamente está
casada con mi padre, Inuyasha. ¿Sabréis quien es mi padre, me imagino, me
contaron que derroto a un hombre llamado Naraku…? Si lo sabréis ya sabes lo
mismo que yo, sinceramente, desde el día de mi nacimiento no sé nada de él. Sí
le veis, avisadme, buscadme… Si seguimos
con la historia sabréis…. ¡Un momento! No me presente… Soy Kokoro, soy la niña
de los verdes esmeralda brillantes, pelo plateado largo y busto medio
desarrollado… Me veréis muy madura para mi edad, pero aunque no lo creáis tengo
14 años y aún no puedo evitar sentirme como una niña. Los niños al cumplir mi
edad, viajan a otro claro, donde la anciana Kaede selecciona a los niños que están
preparados para asistir a la secundaria en la otra parte, obviamente, no todos
los humanos pueden ir a esa secundaria, ya que esta echa para y por seres
sobrenaturales. Mi historia empieza en el salón, donde me entero que no soy
humana, sí, increíble, siempre imagine que era humana del todo y no entiendo
como pude salir sin orejas…
-
Kokoro, te quedaste en shock. ¿Te impacto mucho
que Makoto fuera sincero? – Es verdad, me impacto mucho. Makoto es un ser
sobrenatural que por increíble que fuera su fuerza, no descubrí aun que es.
-
Hanon, estoy bien, solo que no sé qué soy si no
soy humana. –le dije para que se tranquilizara.
En ese momento un montón de alumnos entran al salón, dejando
aplastado a un chico al suelo. Sin pensándolo dos veces, aparto a la multitud y
dejo lugar para que el muchacho se levante.
-
¿Estás bien? –Pregunto.
-
Ahora sí, gracias, espero devolverte el favor
pronto.
Es curioso cuando un chico que no llama la atención abre la
boca para hablar y dice palabras donde la mirada se clava y no dejas de mirarle
sus ojos negros brillantes profundo. Eso me paso con Mamoru, sus palabras
adornaron la habitación, sus gestos mi cara y su mirada mi alma. No penséis mal,
no estoy enamorada de él, este chico aunque sea muy guapo, solo es mi amigo y
quiero que sea así.
Mi aventura empieza queriendo descubrir que le paso a mi
padre para irse de mi lado. ¿Qué me indujo a ello? Esta carta:
“Para mi amada Aome
Amor, estoy bien, por fin vi el
reflejo que hay en la cueva, pero siento
que el rio de dentro de la cueva me llama, cuando termine de escribir esta
carta iré a ver que es el canto del rio. Siento haberme ido de vuestro lado,
pero esta misión urgía si queríamos criar a nuestro bebé sin guerras. Llama a
mi bebe Kokoro, porque es y será mi corazón, llegare a la próxima luna llena,
no me perderé el nacimiento de nuestro bebé. PD: Te amo.”
Rápidamente después de leerla, decidí
hacer un equipaje y me fui a casa de mi amiga Hanon.
-
¡Hanon! No sabes que paso, abre la puerta –Cuando
Hanon abre la puerta, veo a Makoto sentado en el sofá. ¿Qué está pasando aquí?
-
Makoto solo estaba de paso. –dijo Hanon muy
nerviosa.
-
¡Kokoro, pasa! –me deja entrar a casa Hanon como
si fuera su casa, sin darme cuenta ya estoy dentro y sentada en el sofá. –Bueno,
cuenta lo que tenías que decir –Sin tener consciencia de lo que ocurrió, digo
todo lo de la carta.
En ese momento llaman al timbre,
Hanon se levanta y abre, era Mamoru… Parece sobreexcitado.
-
¿Tuve una sensación rara, todo el mundo está bien? -Mientras lo decía veo sus labios como poco a
poco bailan al compás de sus palabras, su pelo carmesí flotaba sobre sus hombros…
Veo que me mira y rápidamente miro hacia
otro lado disimulando mi descortés comportamiento. Se posa en la ventana y
silba. Aparece una paloma blanca con las puntas doradas. – Lleva este mensaje a
la casa del rio Sakawa. –La paloma se fue. Se me acerca con arte de caballero –Espero
que no le importe que hable de este tema con sus primos. Debemos partir ahora
el viaje hacia su padre. –¿Cómo pudo saber que queríamos ir a buscar a mi
padre? –Se me acerca y me guilla el ojo –Es un secreto. Debemos partir ya. –me susurra.
Continuara…….
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